Les Bisous de Robert Doisneau

¡Hola a todos!

No podía dejar pasar el día de hoy sin hacer una nueva publicación y, para ello, quiero compartir con vosotros algunas de las fotografías que más me hacen vibrar: las fotografías en blanco y negro de Robert Doisneau. El fotógrafo francés de fama internacional, se formó en sus inicios como grabador litográfico y tipográfico en la Ciudad del Amor, París. Sus primeras fotografías surgen de su propio interés en formarse por su cuenta, leyendo instrucciones sobre revelado. 

De forma autodidacta, como decíamos, siguió aprendiendo hasta conseguir trabajar en un estudio fotográfico. Hacia 1931, trabajando con el artista André Vigneau, comienza a sumergirse en el campo de la fotografía como arte. 

"Cuando yo empecé, nadie conocía a nadie. No había revistas que difundieran la obra de los fotógrafos más interesantes. Por eso la única persona que me influyó fue Vigneau. Era formidable: escultor, pintor, fotógrafo".

Iniciándose en el campo industrial y la publicidad, pasaría a las famosas fotografías de gente en París. Como no podía ser de otra manera, su serie más reconocida y admirada es la de "Besos" (donde destaca la fotografía titulada "El Beso" (Le baiser de l'hôtel de ville), 1950). 

Es, sin lugar a dudas, mi gran favorita - seguida de cerca de la que he puesto con anterioridad -. Una pareja se besa por la calle y Doisneau es capaz de captar el momento justo. Una instantánea cargada de ternura y el preciosismo propio de la fotografía en blanco y negro. 

Exquisitez máxima, en mi opinión.

Pero, sin querer romper la magia que representa, es sabido que no fue algo espontáneo, sino que el fotógrafo y artista pidió a la pareja de actores Françoise Bornet y Jacques Carteaud que posaran delante de su objetivo para tomar una foto apasionada en mitad del gentío parisino.

Igualmente, no podemos negar la belleza que emana de la misma y, aún siendo "teatralizada", bien parece una espontánea. 

El trabajo de Robert Doisneau, como se comentaba con anterioridad, ha sido galardonado con éxitos internacionales. Siendo un icono en toda Francia, llegó a consolidarse su fama en hasta en los Estados Unidos, habiendo expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

El beso que simboliza el amor, como el mayor latido de París, reconocida como una ciudad romántica absoluta, representó una época de exaltación del sentimiento.

Así que, sumándonos desde el blog a esa exaltación romántica, dejo rastro con otras fotografías sobre besos de este emotivo fotógrafo que no debéis perderos. 

¿Qué os parecen? 

¿Os gusta la fotografía en blanco y negro?

¿Qué opináis de la ciudad del amor?

¡Contadme, os leo!