La gran mayoría quiere darte una fuerte patada en el culo, 2016. Sin embargo, yo quiero romper una lanza en tu favor...
La verdad que no me gustaría recordarte de mala manera, como intento hacer con cada año que pasa porque, realmente, aunque haya cosas negativas, al final siempre vamos mejorando de un modo u otro. No obstante, aunque quisiera, hay motivos fundamentales por los que para mí ha sido un año grandioso.
Tampoco quisiera hacer hincapié en las desgracias ocurridas a lo largo del mundo: atentados terroristas que nos llevan a plantearnos la miseria de la evolución del ser humano o el fallecimiento de artistas del cine y la canción, tanto a principios de año como ahora para finalizarlo. Sinceramente, no tengo ganas de retorcerme en aquellas penurias sin más, porque no conseguimos nada amargándonos de tal manera. Aunque desde luego formará parte de mis deseos para años venideros que se consiga poner fin a esas malditas luchas de poder y enfrentamientos sanguinarios en nombre de un Dios...