Carl Warner y los paisajes comestibles

Muy buenas, chicuelos.

¡Sí, por fin volvemos con algo de Arte por el blog!

Esta sección estaba algo abandonada y eso que era el principal motivo por el que el blog existía. El problema, el de siempre: falta de tiempo, de organización, etcétera. Pero esta vez no me quejo, hace tiempo que decidí que le dedicaría lo que me apeteciese, sin imposiciones propias. Pero aquí estamos, una vez más rescatando entradas que tenía entre borradores desde hace años (pero años, creedme). 

Este post no tiene mucha presentación, más allá de que vais a alucinar viendo las creaciones fotográficas que Carl Warner realiza con alimentos, ni más ni menos. Este artista británico construye oníricas escenas con alimentos reales y, aunque se ha dedicado a ello gran parte de su vida, pero no fue hasta el año 2010 que publicara su primer libro, "Food Landscapes", en el que recoge 25 espectaculares bodegones, acompañados con textos donde explica los procedimientos, así como también fotografías del minucioso trabajo técnico que hay previo al montaje final, además de los ingredientes utilizados para cada uno de ellos. 

Puede recordarnos al arte de Arcimboldo, un artista del que os hablaré en alguna ocasión (pero os invito a conocer previamente si os llama la atención). Básicamente la diferencia es que el artista italiano pintaba retratos compuestos de frutas, flores y hortalizas, entre otras cosas y el fotógrafo recrea escenarios con elementos reales.

Sus paisajes son todo un reflejo de la imaginación desbordante de este artista, quien ha colaborado en campañas publicitarias con grandes marcas alimenticias como Findus, Negroni o Sainsbury's. Pero por supuesto no deja de tener presente sus propios proyectos, entre los que destaca Fishcape.

"La comida es un material orgánico que tiene increíbles similitudes con grandes elementos de la naturaleza. Algo con lo que la gente tiene una afinidad natural. Yo soy un gran amante de la comida, me encanta comer bien y salir a cenar. Es algo de lo que todos podemos permitirnos ser apasionados".

Como cualquier cineasta que se precie, existe un trabajo previo y una postproducción. Así pues, Warner recrea maquetas con alimentos reales, reconstruyendo los paisajes y los fotografía, haciendo uso posteriormente de Photoshop para los retoques finales. Refleja todo un trabajo cargado de minuciosidad, de técnica y talento que queda patente en el excelente resultado final.

Según cuenta, es todo un proceso que se va retratando por partes: primer plano, plano medio y fondo. Trabajar con alimentos tiene ventajas, pero también inconvenientes, siendo el mayor de todo el que se echan a perder con bastante facilidad, por lo que hay que ser bastante rápido, de ahí que tenga que utilizar diversos planos para evitar el deterioro de los primeros planos para cuando acabase el fondo. Otro inconveniente es el uso de los focos en el estudio, lo que acelera el proceso de deterioro de los alimentos, especialmente con las hierbas.

Hay mucha comida en uso, es cierto, pero no se desaprovecha. Tras todo el trabajo, la reparten entre los miembros del equipo o se dona a centros que acogen a personas sin techo.

Os invito a pasar por su web, donde podéis encontrar mucho más de su proyecto fotográfico. Es sumamente interesante, sobre todo porque hay que pararse a observar cada imagen por largo rato, para descubrir todos los alimentos que ha utilizado y cómo ha imaginado para convertirlos en aquello que pretende reflejar. 

Os dejo con algunos ejemplos más.

Y a vosotros, ¿qué os ha parecido? 

¿Habéis flipado como yo al ver cada alimento recreando escenas? 

¿Conocíais previamente el trabajo de Warner? 

¡Contadme, os leo!

Que tengáis un gran fin de semana.