Musicales de impresión: ESAD Málaga

ESTO NO ES BROADWAY... 

PERO POCO TIENE QUE ENVIDIARLE

No todo lo bueno tiene que estar tan lejos. A veces, encontramos grandes obras a la vuelta de la esquina (en mi caso, casi literalmente). Al igual que no todo lo que vemos en el cine resulta memorable, también ocurre con compañías de teatro de cierto renombre y, otras veces, jóvenes y futuras promesas del panorama artístico irrumpen con fuerza desde sus inicios, dentro de sus escuelas de formación. 

En la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático) malagueña, las Artes Escénicas vienen pisando fuerte y siguen luchando por demostrar su valía en el ámbito cultural de nuestro país.  

He podido comprobar en dos ocasiones cómo esto es así, con dos obras completamente diferentes entre sí y llevadas a cabo por directoras escénicas que los presentaban como proyectos finales: 'Chicago', por Celia Dolci y 'Jesucristo Superstar', por Leonor Pelayo. 

Del primero me quedé con ganas de haber hecho una entrada en profundidad pero, por circunstancias, apenas pude dedicarles unas palabras en alguna red social. Sin embargo, el trabajo en equipo fue extraordinario y, gracias a su esfuerzo, entrega y buen hacer, van a volver a representarlo con orgullo en el Teatro Cervantes de Málaga los próximos 12, 13 y 14 de mayo. A los que seáis de Málaga, al rededores o no os importe desplazaros por la Costa del Sol, yo os recomendaría encarecidamente que vayáis a verlo, pues no tiene nada que envidiarle a la película dirigida por Rob Marshall (y es una de mis favoritas). 

No obstante, tengo bastante reciente el Musical del que quiero hablaros hoy, estrenado el pasado fin de semana en la Escuela: Jesucristo Superstar.  Bajo la dirección de Leonor Pelayo Cordero (Dirección de Escena y Dramaturgia, ESAD) y junto con Nacho Doña (director musical), encontramos una obra que pretende evocar este pasaje bíblico como reflejo del mundo actual en el que, sin duda, siguen existiendo graves problemas sin resolver. 

Es una adaptación de uno de los grandes musicales de los 70 (Andrew Lloyd Webber y Tim Rice), que ha contado con 25 actores - la mayoría son estudiantes de la susodicha escuela - y 25 músicos, favoreciendo una orquesta en directo. Mi única pega está relacionada con el trabajo técnico de sonido, pues la música sonaba demasiado fuerte y, en ocasiones, no se escuchaban las voces. 

En Jesucristo Superstar he descubierto una visión muy interesante al respecto de esta historia, ya que no había visto el musical anteriormente (ni en cine ni en teatro). Encontramos en ella un Jesús que se encuentra entre el cansancio y el tedio a través del punto de vista de Judas Iscariote, uno de sus discípulos, representado como un personaje que se debate constantemente entre su ideología y su deber, al estar decepcionado con la doctrina de su maestro; una María Magdalena que encuentra su redención en el amor que siente por Jesús; un Pedro desgarrado por sus negaciones; un Herodes amanerado; un Pilatos avergonzado y un Caifás propio de otro mundo, obsesionado por acabar con el liderazgo del que se hace llamar Rey de los Judíos. 

 

La puesta en escena ha sido un auténtico goce para los sentidos, desgarradora, casi apocalíptica. Se entienden las emociones en cada momento, poniéndonos la piel de gallina con cada canción. Contando con un escenario relativamente pequeño y un limitado atrezzo, las sensaciones siguen siendo satisfactorias, pues está tan bien contado que nada falta, ni sobra. 

En cuanto al reparto, por mi parte cabe destacar - sin lugar a dudas - a Judas Iscariote, interpretado por un asombroso y desgarrador Daniel Garod; su trabajo es impecable, consiguiendo estremecer al público. Por supuesto a Jesús, por Franc González, quien supera toda expectativa (pues ya lo había visto actuar anteriormente, pero cada vez es mejor); a María Magdalena, por Estefanía Moscoso, con una voz portentosa que llena de magia el teatro entero.

Ellos serían la triada principal, tres insuperables voces que se dejaron la piel en cada escena, con impecables interpretaciones. Asimismo, es menester comentar que el resto de participantes de la obra han demostrado su gran labor, porque los grandes proyectos salen adelante si funcionan como equipo y, sin lugar a dudas, este magnífico elenco lo ha conseguido. 

Si entramos en cuestiones más personales, debéis permitirme hablar como hermana y es que Pedro es interpretado por Mario Rizo. Si bien es un papel menos protagonista, no significa que no tenga su momento en escena, especialmente cuando llega el momento de las tres negaciones. De forma objetiva, reconozco su labor interpretativa y su evolución vocal y, de forma subjetiva, me emocionó tanto escucharle que sentí que fue más bien poco y habría querido que la canción fuera suya por completo.

Sé de buena mano cuánto ha trabajado en ello, duros meses de ensayos incansables por parte de todos los participantes y eso ha hecho que la puesta en escena haya sido tan elogiada, emocionando al público hasta el punto de ponerlo en pie, aplaudiendo hasta después de la bajada del telón. 

Consiguieron tal efecto en la ESAD a finales de abril y volverán a subirse a los escenarios en septiembre de este año, 28 y 29, en el Teatro Cervantes de Málaga. 

Por mi parte, esta es a rasgos generales la opinión que ha suscitado el visionado y disfrute de dicho musical, pero no puedo evitar dejaros con un par de opiniones que han aparecido en SUR y Málaga HOY.

Y con esta emotiva imagen de despedida previa a la bajada del telón, con un Jesús Crucificado al que observan con devoción, un emocionado Judas (Daniel Garod), la satisfacción contenida en una tímida sonrisa por parte de Nacho Doña (Director musical) y el beso cargado de ilusión por parte de la mismísima Leonor Pelayo (Directora escénica), doy por terminada la pseudo-reseña de hoy.

Espero que os haya gustado y que os animéis a apostar por este Arte que, aunque no lo parezca, se encuentra muchas veces menos valorado de lo que debería y que es capaz de despertar tantas sensaciones diferentes. 

Recordad que tenéis posibilidades de ver ambas obras aquí en Málaga: dentro de poco Chicago (12, 13 y 14 de mayo), con las últimas entradas a la venta y Jesucristo Superstar (28 y 29 de septiembre), en el Teatro Cervantes. 

Imagino que la mayoría que soléis pasar por aquí no lo habréis visto pero de poder, ¿lo haríais?

¿Os gustan los musicales? ¿Cuáles son vuestros favoritos?

¡Contadme, os leo!