¡Ni lo sueñes!

Título: ¡Ni lo sueñes!
Autora: Megan Maxwell.
Editorial: Versátil.
Género: Romántica / Chick-lit.
Fecha: 2013.
Número de páginas: 320.
Precio: 15,90 €

* Sinopsis:

Daniela es una mujer joven y luchadora con un duro pasado y un futuro más incierto que el de la mayoría, por eso sabe que cada amanecer es un regalo y afronta la vida con una enorme sonrisa.

Rubén Ramos, "el toro español", es un futbolista de fama mundial que juega en el Inter de Milán, rico, guapísimo y enamorado de las mujeres "técnicamente perfectas". Cuando Rubén se lesiona durante un partido, deberá ponerse en manos de Daniela, reputada fisioterapeuta, y sus caracteres no harán más que chocar, aunque ella siempre responderá a sus ataques con ironía y su perenne sonrisa.

¿Descubrirá Rubén qué es lo que ella esconde? ¿Será capaz Daniela de superar las barreras que ella misma ha levantado contra un hombre que no es, para nada, lo que ella necesita?

* Opinión personal:

Vuelvo a darme de bruces contra una sinopsis que bien me habría puesto sobre aviso de haberla leído antes. Tiendo a dejarme llevar muchas veces por lo que se dice sobre algo y me gusta formarme opiniones personales y, por lo general, la prosa de Megan no me disgusta. Pero, después de ésto, no sé cómo tomarme las próximas lecturas que tengo pendientes de ella...

¡Ni lo sueñes! es un libro predecible desde la primera palabra, tópico y desesperante con el que me he encontrado en una auténtica confusión: sabía qué iba a pasar, no me gustaron los personajes, la historia me pareció banal... pero su prosa engancha, es tan amena que lo leí  en nada.

Pero descuidad, voy a explicar por partes sin destripar nada de la historia (que, por lo que veo en la sinopsis, dice bastante más de lo que una podía esperar).

Cierto es que la prosa de Megan Maxwell, como venía diciendo, es muy ligera y coloquial - sin necesidad de ser vulgar - y consigue mantenerte firme. Es muy amena escribiendo esta mujer. Sin embargo, basándome en mi propia experiencia para con sus historias, estoy comenzando a llegar a la conclusión de que no tiene demasiada creatividad... Sinceramente, ya lo dudaba por la cantidad de libros que es capaz de sacar en un mismo año, pero es que ¡son todos iguales!

Todos cojean del mismo pie; todas estas historias siguen una tónica muy similar:

• Chicos duros y machistas, normalmente mujeriegos y, por supuestísimo, ¡hiper-mega-súper-ultra guapísimos! Si me apuráis, con dinero. 

• Chicas pseudo-independientes, pseudo-maduras, rebeldes (por ende, guerreras como le gusta llamarlas) y que, aunque las ponga como mujeres "técnicamente no perfectas" (pero sí morbosas, diosas del sexo y más que capaces de engatusar y cambiar al hombre), todas acaban irrevocablemente enamoradas hasta las trancas. ¡Sufridoras ellas, oye!...

Bien, pues en esta novela vuelve a pasar lo mismo. El idiota de Rubén Ramos es todo eso y más, sobre todo maleducado, egocéntrico y asquerosamente machista. Por más que sea predecible que luego saca su parte tierna que sólo esconde de cara a la galería (típico)...

Por su parte, Daniela de primeras es un personaje que dices: "¡me encantas, tía! Pero sé que te vas a volver la típica boba..." La pintan como eso, una mujer independiente, muy madura, muy inteligente, muy "a mi no me vacila un niñato", muy "guerrera", etcétera. Pero claro, ¿quién iba a resistirse al guaperas de turno que, además, es famoso y muy rico? 

Para variar (léase con sarcasmo, por favor), vuelve a haber una historia con doble fondo. Estas cosas intuyo que son para no focalizar toda la atención en un romance manido, para buscar la versión lacrimógina del todo. Conmigo no lo ha conseguido. Ésta no os la cuento, obviamente, pero tampoco os perdéis demasiado porque sigue siendo previsible.

- Un trasero bien gordo, dirás - se mofó Rubén mirando al joven que seguía sin inmutarse -. ¿Qué crees que dirá si le doy un azote?

- Nada: eres Rubén Ramos, 'el toro español', el conquistador y caramelito del Inter de Milán. Si se lo das con dulzura, le gustará y te dará su número de teléfono.

Se cachondearon y Rubén miró con picardía el trasero de la enfermera. Lo iba a hacer, iba a darle un azote, pero cuando levantó la mano con disimulo escuchó: 

-¡Ni lo sueñes!

En resumidas cuentas, ¡Ni lo sueñes! es una historia muy manida, muy tópica, que abusa de motes absurdos y coletillas varias, muy en la línea de Megan Maxwell, está claro. Insustancial, repetitiva, poco original. De lectura ágil, eso sí, pero nada destacable. 

¿Lo habéis leído?

De ser así, ¿de verdad no os recuerda a otras de sus historias?

¿Consideráis romántico lo que se cuenta?

¡Os leo!