Las Fallas

Para retomar esta sección y encontrarnos en el mes de marzo, durante la fecha de esta celebración, he creído bastante propicio traer este post sobre una de las fiestas más célebres de Valencia: Las Fallas.

Una tradición arraigada en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana, para quienes no lo sepan se trata de unas fiestas celebradas entre el 15 y el 19 de marzo de cada año, iniciadas tras el acto de la Crida (el pregón). Una festividad que se ha convertido en un atractivo turístico de gran importancia, llegando a ser catalogadas como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

La versión popular de su origen están arraigadas en el Gremio de Carpinteros, con un acto previo en la víspera de San José relacionado con hogueras ardientes en actitud purificadora donde quemaban sus "parots". Estas eran unas estructuras de las que colgaban los candiles que les otorgaban luz puesto que, al hacerse los días más largos y poder disponer de luz solar durante más tiempo, dejaban de serles necesarios.

A raíz de esta versión, popularmente comenzó a dársele forma humana a los susodichos parots, hoy conocidos como ninots, de forma que comenzó a gestarse una leyenda romántica en torno a estas fiestas de tanto renombre.

Hay todo un arte en torno a estas fiestas populares, que conllevan un gran trabajo detrás. El artista fallero se encarga de construir y modelar las fallas, además de las carrozas y decoraciones en los distintos locales, comercios y ferias. Normalmente, suelen tener un carácter satírico relacionado con temas de actualidad.

Estos monumentos pueden llegar a superar hasta los 30 metros de alturas, y son composiciones con grandes y distintas figuras realizadas en cartón piedra, poliuretano (normalmente sustituido por el poliestireno, al ser más ligero y moldeable), que se sustentan por un armazón de madera. Además, constan de letreros escritos en valenciano que explican el significado de las escenografías, siempre con un sentido crítico y burlón.

Todo un trabajo en equipo en el que confluyen artistas y artesanos, pintores, carpinteros y escultores que se dedican durante meses a construir estos monumentos. El 15 de marzo suelen exponerse en la calle hasta el acto denominado la cremà, es decir, la quema de las mismas.

Como una buena costumbre, también se somete a una serie de premios que se otorgan en diferentes categorías y según diversos criterios: diseño, información, originalidad... Y, en ocasiones, algunas quedan exentas del fuego y se exponen en el Museo de las Fallas (Museo Fallero).

No he tenido la posibilidad de ir, pero es algo que no descarto. Siempre me han resultado de lo más atractivas y me apetece poder vivir unos días en el ambiente más destacado de la Comunidad Valenciana.

He estado curioseando y os voy a dejar algunas imágenes de las Fallas de este año que, a mi juicio, son tremendamente bonitas (y me da pena pensar que serán quemadas pero, a fin de cuentas, es la tradición).

¿Y vosotros, conocíais esta tradición?

¿Habéis participado de ella alguna vez? 

¿Os interesaría ir a verla?

¡Contadme, os leo!