Brujas y Hechiceras

Muy probablemente junto con las sirenas y los vampiros, las brujas han sido desde siempre los seres fantásticos que más me han maravillado. Quizá el hecho de que el cabello pelirrojo haya influido a la hora de creer que una mujer era bruja, también ha podido ser un aliciente para que me llamen tanto la atención.

Me fascinan las historias, las películas y sobre todo las ilustraciones que hay al respecto de dichos seres, mujeres entregadas a las artes oscuras que pasan de ser viejas con verrugas a jóvenes sensuales cautivadoras. 

Como su propio nombre indica, hace referencia a aquella persona que practica la brujería. Esto es válido tanto para hombres (brujos) como para mujeres y, tanto la imagen como la leyenda que la acompaña, son variables dependiendo de la región y su cultura. No obstante, se podría afirmar que hay una serie de rasgos particulares que definen la iconografía popular de la bruja según la cultura del mundo occidental: mujeres con dones extraordinarios (como la capacidad de volar, que se le atribuye a la escoba) que se encuentran en un Aquelarre y se identifican con el pasaje de la caza de brujas, a quienes quemaban en la hoguera.

Sin embargo, hay otros rasgos que separan las características destinadas para el artífice masculino del femenino, hecho que puede recordarnos a los aspectos descritos en anteriores entradas sobre las virtudes de la Tabla de Cebes. El brujo, es decir, el ser masculino, está asociado con el clarividente (persona especializada en la comunicación con potencias de la naturaleza y, por consiguiente, con los difuntos)  o el chamán (en las tribus es aquél destinado a la curación del cuerpo y el alma de los enfermos). Por su parte, la mujer - la bruja - está involucrada en distintas fábulas que trastocan su imagen, mayoritariamente maligna, y se asocia directamente a la manipulación satánica, entre otras cuestiones. Su imagen se ha desarrollado en el imaginario contemporáneo y popular, siendo recurrente en cuentos, películas, novelas y fiestas varias.

Etimológicamente hablando, podemos ir más allá, pues eran denominadas como "maléficas" (del latín: maleficae), un término que se popularizó durante la Edad Media y gran parte del periodo moderno.

La fuente más completa que he encontrado (y a la que he recurrido para poder hacer la susodicha entrada) es, sin duda, la propia Wikipedia. Por ello quiero aclarar que he intentado empaparme de donde he podido para traer las cuestiones que - según mi propio punto de vista - son más significativas e invitaros de este modo a que le echéis un ojo a toda la información recopilada en dicha página, pues merece la pena.

Centrándonos ya en el tema que nos ocupa, el cual hace referencia al título del post, debemos aclarar que también hay particularidades diferenciadoras entre brujas y hechiceras. Uno de los puntos claves es en lo que respecta al desarrollo de su actividad pues, si bien las brujas se resguardaron de la ciudadanía y se mantuvieron en un espacio mayoritariamente rural, las hechiceras habrían realizado sus labores en un entorno más privilegiado. 

En ambos casos se les acepta la relación que mantienen con los poderes ocultos, las artes oscuras, lo demoníaco o maligno. Las diferencias que, en cambio, se les presuponen a unas y a otras están relacionadas directamente con el uso de los mismos: si bien las hechiceras se sirven de dichos poderes para crear sus conjuros, las brujas rinden culto al diablo, pactando directamente con él (o lo que es lo mismo, lo invocan directamente invitándolo a aparecer).

Los aspectos históricos, sobre todo en lo que respecta a los acontecimientos ocurridos a lo largo del medievo con las persecuciones (hasta las grandes cazas de brujas, donde eran quemados vivos - fuesen o no reales las acusaciones), podéis encontrarlos en la página citada, pues no voy a adentrarme en ello. Este aspecto es sumamente interesante, pero muy largo para exponerlo en el blog (me gustan las cosas más breves).

A mí me llama más aún la atención recoger aquellos aspectos que se relacionan con la iniciación de la bruja y las prácticas atribuidas a las mismas. Así que, si os parece bien, os las expongo a continuación de forma concisa:

En el Aquelarre, las grandes maestras instruyen a los niños y niñas que creen serán sus súbditos. Diversas tareas les eran encomendadas para iniciarse en el arte de la brujería, actuando cual secta demoníaca que les invita a renunciar a su fe cristiana para encomendarse el diablo, Satán. A partir de sus rituales varios, tendrán diversas prácticas con las que se irá afianzando su destino. En términos generales, las argucias de las brujas han venido dándose desde antiguo (como reuniones junto al "macho cabrío", los vuelos nocturnos, las pociones y metamorfosis) o ya en época decimonónica los crímenes, las maldiciones y la sexualidad.

• Pacto con el diablo: Pacto personal que realizan con él para poder adquirir cualidades extraordinarias, como la magia negra y el mal de ojo y así poder desarrollar grandes maleficios.
• Noche de Halloween: Fiesta de origen pagano celebrada el 1 de Noviembre. Se creía que la noche previa a dicho día los muertos despertaban y sus espíritus se mezclarían con los vivos. La noche perfecta para que las brujas hicieran de las suyas.
• Sabbat: Se transformó en la "misa negra" que se daba por la noche en lugares concretos para desarrollar ritos mágicos. Solían ser espacios aislados, alejados de la gente (como en las profundidades de un bosque), de modo que pudieran realizar los rituales sin oportunistas. 
• Vuelos de brujas: El modo de desplazamiento que utilizaban las brujas se relaciona con la capacidad de volar y ésta se otorga a una escoba mayoritariamente. Es el atributo más conocido y el más atractivo para relacionar a la bruja, aunque se hable de diversas opciones como ungüentos maléficos, metamorfosis en animales voladores, desplazarse sobre animales mágicos o directamente sobre el propio demonio. A más inri, volaban de noche y preferiblemente bajo la luna llena.
• Bestiario y metamorfosis: Los animales más frecuentes que se relacionan con las brujas son los gatos negros, los cuervos, los sapos, las arañas y las ratas. Eran seres despreciados y temidos, por lo que resulta lógico que se le atribuyan a estas mujeres maléficas. De hecho, también se sostiene en sus fábulas que podían metamorforsearse en ellos, y en otros tantos, para poder realizar diferentes fechorías.
• Interés en los niños: De los rasgos más comunes y habituales de las brujas, está su interés por los niños pequeños (bien por canibalismo o por querer utilizar el cuerpo de seres puros e inocentes).

Todo el tema de las brujas y demás, inspiró durante muchísimo tiempo una histeria colectiva bastante notable que determinó aquellas persecuciones exageradas, donde quemaron vivas a personas inocentes en la mayoría de los casos. 

Y, tras todo ello, me gustaría poder dejaros disfrutando con una recopilación de imágenes con la firme promesa de que habrá más próximamente. ¡Espero que os haya gustado!