Las Dríades

¡Hola a todos!

Como ya vuelvo a llevar las riendas de mi rinconcito, hoy os quiero hablar sobre las Dríades, o como las suelen llamar, "ninfas o diosas de los Árboles".

Dentro de la Mitología Griega, la cual debéis saber ya que adoro, son consideradas las ninfas de los robles o, en términos generales, de los árboles como se comentaba anteriormente. Una especie de espíritus o deidades femeninas que forman parte de la naturaleza, viven, custodian y dominan los bosques. 

Podéis ver una entrada dedicada a las Ninfas pinchando sobre el nombre. 

Según he podido leer, nacieron de un árbol conocido como "Árbol de las Hespérides". Éstas eran una tríada de ninfas que custodiaban un hermoso jardín donde se encontraba las manzanas de oro que proporcionaban la imortalidad de la diosa Hera.

Por su parte, las dríadas son seres mortales, como los mismos árboles. Están conectadas a ellos y vivirán cuanto tiempo sea posible hasta el final de los mismos.

Las dríades más famosas son Eurídice y Dafne así que, a continuación, expondré brevemente sus mitos para que los que no los conozcáis podáis disfrutarlo y, también, para el disfrute de todo aquel amante de la mitología.

* Mito de Orfeo y Eurídice:

Orfeo, hijo de Apolo y Calíope, poseía el don de la música y, con su lira, era capaz de dormir a las mayores bestias. Una delicia para el descanso de las almas. La forma conque enamoró a la joven Eurídice. 

El amor que se profesaban acabó de forma trágica poco después de su matrimonio cuando, desafortunadamente, ella pisó una serpiente venenosa, fue mordida y, acto seguido, falleció.

La tristeza que invadió a Orfeo tras la pérdida de su amada fue tal que, la melodía que tocaba en su nombre constantemente, hizo que los dioses lo ayudaran a descender al Inframundo para pedir a los regentes del mismo, Hades y Perséfone, que devolvieran a la vida a su querida esposa. 

Se conmovieron con su música y se la devolvieron con una condición: él debía caminar delante de ella, sin girar la vista atrás, hasta llegar al final del camino y que el sol la bañara por completo.

Aunque fue duro, se mantuvo firme hasta el final y, cuando creyó que todo habría pasado, se giró hacia ella. Por desgracia, Eurídice aún tenía un pie en las sombras, quedando consumida...para siempre. 

* Mito de Apolo y Dafne:

Apolo, hijo de Zeus y Leto, es el dios del Sol y la Música. Fue maldecido por el travieso Eros, el dios del Amor, después de que se burlase de él por "jugar con arco y flechas". 

Fue entonces que Eros tomó dos flechas, una de oro y otra de hierro: la de oro incitaba al amor, la de hierro al odio. De este modo disparó la primera al apuesto dios, mientras que la segunda fue a parar al corazón de Dafne, una hermosa ninfa y, mientras que él se enamoró perdidamente, ella lo aborreció. 

Así fue que Apolo la perseguía constantemente, intentando conquistarla, mientras ella huía despavorida. Otros dioses intervinieron para ayudar al joven a atraparla y, una vez la tomó, ésta invocó a su padre para que la salvara.

Su piel comenzó a tornarse áspera y marrón, cual corteza de árbol; sus cabellos fueron hojas y sus brazos ramas. Sus pies se hundieron en la tierra convertidos en largas raíces. El dios abrazó las ramas y le otorgó el don de la eterna juventud, para que siempre se mantuviese verde.

Tras estas trágicas historias, propias de los dramas griegos y su mitología, a continuación os enseñaré algunas ilustraciones de las dríades, tema principal de la entrada de hoy.

Espero que os haya gustado y que las disfrutéis, pronto volveréis a tener noticias mías.

¡Un abrazo y hasta la próxima!