¡Muy buenas!
En relación a las entradas que ya han ido viendo la luz en el blog y que están directamente relacionadas con la mitología pero, sobre todo, forman parte de la
Historia del Arte (y que, evidentemente, he trabajado durante mis años de carrera), no quería dejar la oportunidad de
desempolvar la memoria y rescatar temas que me resultan la mar de interesantes y que conseguí descubrir y/o ampliar gracias a mi formación académica. Conservo con cariño la mayoría de apuntes de esos años universitarios y, este tema en particular, fue un gustazo conocerlo de la mano de un grandioso profesor que tuvimos en varias asignaturas destacando, entre ellas,
Estudio de Género, Feminismo e Historia del Arte (impartida durante 3º de carrera por
Juan Antonio Sánchez López, Universidad de Málaga).
Aunque vamos a hablar de una cuestión que nos puede parecer muy evidente y que está en absoluta ebullición en la época actual, me ha gustado volver a toparme con ella porque me hace ver con otros ojos ciertas cuestiones y, aunque haya cosas en las que pueda o no compartir pensamiento, sí que hay una corriente muy marcada en nuestra historia que se ha visto reflejada a través del arte: la Guerra de Sexos dentro de una cultura misógina.
Cuando hablamos de Guerra de Sexos no hay que verlo desde un sentido bélico, es más bien una cuestión de terminología que vamos a desgranar a continuación.
- Sexo - Hecho biológico o natural.
- Género - Hecho social.
Se proyectaría la imagen, una construcción cultural relacionada con el aspecto y la apariencia.
- Identidad - Hecho personal.
Depende de la voluntad de la persona, es decir, el querer ser.
Cuando se reconoce, interpreta y valora el papel de la mujer, podemos estar de acuerdo ante la afirmación de que dicha imagen está construida por medio de una visión masculina. Y las obras de arte han sido utilizadas a lo largo de toda la historia como anticipo de "los media" actuales, enviando mensajes concretos en los que se explicaba cómo debía ser la mujer ante la vida, construyendo una "imagen social" muy específica.
Es por ello que encontramos una diferenciación muy clara entre la imagen del Héroe y la Heroína que, lejos de ser equivalente, parece precisamente lo contrario (como si el heroísmo entendiera de cuestiones de género o identidad). Así como el héroe respondería al personaje - masculino por supuesto - capacitado para realizar hazañas increíbles, lleno de valor y virtudes varias, la imagen de la heroína se vería adulterada por la paradoja misógina en la que quedaría relegada a la inferioridad y servidumbre.
Todo lo aplicable a la imagen del Héroe, de ninguna manera va a ser aplicable a la imagen de la mujer. Esa correspondencia entre físico y espíritu, la misoginia va a ocuparse de trastocarla y adulterarla. Una construcción cultural que condena a la mujer a una situación, como decíamos, de servidumbre, inferioridad y dominio con respecto al hombre, quedando consagrada una actitud de prepotencia masculina frente a esa carga femenina.
¿Qué imagen se nos viene a la cabeza con facilidad al pensar en la figura del Héroe?
El hombre fuerte y vigoroso, capaz de realizar hazañas increíbles caracterizadas por un valor excepcional. ¿Cierto?
Esta imagen corresponde a una definición canónica del principio platónico sobre la
Calocagacía: "
El hecho de ser bueno y bello". Todo un trasvase identificativo que pasará desde el atleta al guerrero, la síntesis perfecta entre "cuerpo y espíritu" en un
constructo social y ético que lleva el mensaje de una educación integral deportiva, física e intelectual que llevaría al hombre a ser bueno y bello, de cuerpo fuerte, ágil y mente despierta.
Todo esto crea un arquetipo de carácter cerrado particularmente con el físico y seguirá estando vigente en el imaginario colectivo hasta nuestros días.
Sin embargo, existe una clara diferencia entre esta imagen y la que se tiene de la mujer en este campo (sin entrar en las superheroínas más contemporáneas que pueden venirnos a la mente con cierta facilidad). Pues, como estamos viendo, esta impronta viene señalada desde hace siglos siguiendo unos patrones y, en esta ocasión, tampoco iba a ser menos. Existen unos presupuestos morales muy concretos de la representación femenina en el Arte tradicional, donde se establece un prototipo muy concreto sobre la Mujer Ideal (Heroína):
- Virtuosa.
- Casta.
- Callada.
- Modesta.
- Humilde.
- Obediente y sumisa.
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Exempla De claris mulieribus (1361) de Giovanni Boccaccio |
Se condena a la mujer a una invisibilidad absoluta, donde el dominio de la vida privada se encuentra en el entorno más íntimo. La mujer, por ende, no puede ser referente de nada (papel que solo podría desempeñar el hombre, capitalizando esa vida activa, pues es quien dispone, gobierna, va a la guerra...). La mujer debe rehuir la vida pública, que está únicamente reservada al hombre y es aquí donde radica un punto muy interesante para ver cómo se crean prudentes distancias con respecto a las heroínas que, desde una óptica curiosa dentro del arte tradicional, se divide en dos categorías: Heroínas Pasivas y Heroínas Activas.
No obstante,
los ejemplos más modernizados sobre mujeres fuertes e ilustres, no están dirigidos realmente para que las mujeres imiten a sus semejantes, sino más bien para que los hombres estén prevenidos sobre la astucia femenina y lo que les puede ocurrir si se dejan seducir por el encanto embriagador de la mujer.
Se establecen, por tanto, una serie de tendencias representativas a tener en cuenta dentro del arte tradicional y la literatura; unos
presupuestos iconográficos e iconológicos de representación femenina que tiene un contradictorio objetivo: por un lado,
ejemplificar la virtud femenina (mujeres fuertes) y, por otro, como decíamos,
prevenir a los hombres contra el poder latente y amenazador de las mujeres, creando así un conflicto de género bastante interesante.
Esta parte la dejo aquí por el momento. Si queréis que siga con este tema y vayamos viendo ejemplos de dichas heroínas pasivas y activas, que vienen encasilladas desde la Edad Media en el arte más tradicional (y puede incluso a veces que encontremos ejemplos en nuestra más absoluta actualidad) no tenéis más que decírmelo. Me motiva retomar estas historias, pues disfruté mucho estudiándolas y podemos así hablar de personajes muy interesantes.
Por lo pronto, os remito al apartado de
Mitos y Leyendas donde podéis encontrar ya algunos de los héroes y heroínas que hemos mencionado, pero que no son precisamente de los que hablaríamos si continuáramos por esta línea (aunque con
Pandora también podemos ver cómo se manifiestan estas particularidades)...
¿Os interesa el tema?
¿Os gustaría que siguiéramos ahondando en estas cuestiones?
¿Qué opináis sobre ello?
¡Contadme, os leo!
¡Hola! Me ha parecido una entrada diferente y muy interesante. Resulta bastante indignante esa manera de diferenciar entre los héroes y las heroínas, dejándolo en el caso de ellas, como algo inferior. Este tema da para mucho debate y me parece muy guay que lo trates aquí. Un besote :)
ResponderEliminarhola
ResponderEliminarbuena entrada, ya sabemos que siempre se han ocultado las cosas que hemos hecho las mujeres, y lo más penoso es que sigue ocurriendo. Me gusta que vayamos conociéndolas, porque es necesario, y sobre todo remarcar que no somos el sexo débil, ni ahora ni nunca, porque hay muchas mujeres desconocidas a las que les debemos estar aquí.
Besotesssssssssssssss
Besotessssssssssssssssss
Menudas entradas te curras. Esto es la historia de siempre, la mujer en segundo plano y el hombre de protagonista absoluto. Pero esperemos que esto cambie porque nos lo merecemos.
ResponderEliminarSaludos
Hola.
ResponderEliminarQue entrada tan diferente pero a la vez interesante. Si es cierto que las cosas que hemos echo las mujeres se han ocultado o cambiado, haciendo que estemos en un segundo plano. Ojala esto cambie más adelante.
Nos leemos.
¡Hola, Paola! He leído atentamente tu entrada y me ha parecido muy interesante tu opinión sobre los héroes y las heroínas. Esperemos que a medida que pasen los años, las cosas mejoren. Gracias por pasarte por mi blog, ya soy tu nueva seguidora. Que tengas un lindo fin de semana. ¡Besos!
ResponderEliminar¡Hola! Que tema más interesante has planteado, y si, claro que me interesa que continúes con este tópico para leer sobre las heroínas pasivas y activas. Saludos :)
ResponderEliminar~ Mandrágora Etérea ~
Una entrada genial e interesante, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos
¡Hola, Paola!
ResponderEliminarExcelente entrada y un tema que se presta para debatir largo y tendido.
Siempre la supremacía masculina que sitúa a todas las mujeres como inferiores, con el argumento de que las diferencias biológicas entre ambos sexos crean sociedades naturalmente ordenadas en las que los hombres son dominantes y superiores :(
Me ha encantado leerte ;)
Abrazos.