Aladdín: El Musical

Si a Madrid tu vas...

Puedo vanagloriarme de tener a mi "Genio" particular convertida en madre. Ella es la culpable de que compartamos dicha pasión y, sobre todo, la que ha ido haciendo posible que vivamos estos espectáculos como niños. Desde que anunciaran que traerían este musical a España hace poco más de un año, yo ya sabía que no iba a perdérmelo; lo que no imaginaba, ni de lejos, es que iba a resultar ser un regalo anticipado de cumpleaños que iría acompañado con la aventura de todo un fin de semana por la capital, acompañada de ella, mi hermano, mi marido y mi pequeña (añadiendo una barriga de 34 semanas al cómputo). 

Debo confesar tener ciertas reservas para con el musical de Aladdín cuando vi la presentación oficial porque, aunque sea consciente de que en este tipo de producciones siempre hay cambios (especialmente en las letras de las canciones e, incluso a veces, en sus melodías), esa primera escucha a "Un mundo ideal" me dolió en el alma... y me hizo plantearme lo de asistir o no (antes de comprar entradas, por supuesto). No obstante, siempre hay que dar una oportunidad si hay grandes probabilidades de que te guste y, la verdad, quería volver a ver en escena a Jana Gómez (Anastasia) y David Comrie (El Rey León). 

Todo lo que deseas encontrar en un musical hecho realidad. Eso es Aladdín, el esperado musical creado por Disney y producido por Stage Entertainment que, cada tarde, llena de magia, espectáculo y diversión el teatro Coliseum de Madrid.

Y así es. Un espectáculo lleno de magia que te hará vibrar desde que se levanta el telón. Está claro que tener a David Comrie como Genio es, ya no solo un acierto, sino una delicia absoluta. Como narrador de la historia y como icónico personaje de la misma, encontramos al auténtico diamante en bruto de todo el musical, pues es tenerlo en escena y se come el escenario con su desparpajo. Diría que es lo mejor de toda la obra casi sin lugar a dudas. Y digo casi porque, la realidad, es que es un musical realmente precioso. 

Además de contar con un vestuario absolutamente asombroso, confeccionado con más de dos millones de cristales de Swarovski y exóticos tejidos, la lujosa escenografía cuenta con diversos efectos especiales que resultan tremendamente asombrosos. Tendremos una mítica banda sonora (con sus licencias, como ya os comentaba y diversos números nuevos para el musical que, en lo personal, me han gustado mucho), con un equipo formado por más de 140 profesionales. 

En Aladdín hay muchos momentos en los que la boca se desencaja (literalmente) por cómo han representado ciertas escenas, siendo un deleite para todos nuestros sentidos. No puedo si no quedarme con la Cueva de las Maravillas y el excelente número del Amigo tan genial, el Mundo Ideal, la canción de Hazaña que cantan los amigos de Aladdín (menudo trío más bueno, formado por Josep Gámez como Kassim, Robert Matchez como Babkak y Alex Parra como Omar) y la parte en la que Jafar (Álvaro Puertas) se hace con la lámpara y comienza su apogeo-decadencia porque, de verdad, resultan espectaculares. 

En la piel de Aladdín disfrutamos de un talentoso Roc Bernadí, en quien tenía depositadas esperanzas y cumplió toda expectativa (además tengo que añadir que se fue creciendo a medida que avanzaba el espectáculo, especialmente cuando participaba de las escenas junto con el magnífico David Comrie). Sin embargo, no corrimos la misma suerte con Jasmine, quien fue interpretada por Zoe Buccolini. A título personal debo decir que fue lo que más me falló de la obra, pues no me hizo mucha gracia su puesta en escena en general (sus poses y su modo de interpretar, no me resultaba natural y no veía que hubiera mucho feeling con su coprotagonista). Pero bueno, quitando ese aspecto, estoy muy satisfecha con esta experiencia. 

Podría seguir haciendo mención a actores y bailarines, a cuánto vibré en el asiento, hablando de lo corto que se me hicieron sus casi dos horas y media de duración pero, en realidad, he dicho cuanto creo que es necesario para alabar esta nueva producción que tenemos la suerte de disfrutar en nuestro país. 

En resumidas cuentas, Aladdín: El Musical es una nueva joya para disfrutar; un imprescindible para todo aquel amante del género o de la película (o de las dos cosas). Tiendo a ser bastante exigente y voy con expectativas esperando a ver cómo me sorprenden y casi siempre salgo enamorada. Este musical lo consigue desde que te dejas llevar por los primeros y reconocidos acordes del gran Alan Menken y te atrapa con su magia y esplendor. Una obra realmente maravillosa que ojalá se tire mucho tiempo por Madrid (no corra con la misma mala suerte que Anastasia) y poder ir a vivirlo de nuevo. 

Gracias a mi grandiosa cumplidora de deseos que, sin magia, es capaz de hacer mucho más que eso. 

Te adoro, mamá. 

Y vosotros, ¿lo habéis visto ya o tenéis intención de hacerlo?

¿Cuál es vuestro musical favorito?

¡Contadme, os leo!