Éste año pude disfrutar, desde principio a fin, una asignatura que inauguraron en mi carrera conocida como "Estudios de Género, Feminismo e Historia del Arte". En ella hicimos un recorrido interesante enfocado desde un punto de vista femenino, es decir, retomando la historia desde sus orígenes y valorando a las mujeres dentro de sus ámbitos, historias, mitos o religiones. Aunque uno ya sabe que el machismo ha estado presente a lo largo de los tiempos, y si echamos la vista atrás mucho más aún, fue muy interesante estudiarlo desde diversos puntos de vista y, sobre todo, gracias a tener un buen profesor que sabe cómo ha de ejercer la docencia.
Iré retomando dicha asignatura para varias entradas pero, esta vez, quería mostraros una parte con la que nos reímos muchísimo. Y eso fue a lo que se le llamó como "LA CRISIS DEL MACHO".
En el ámbito de la sociedad del Siglo XXI hay una consecuencia directa del fenómeno que acabamos de mencionar, es decir, un modo de ver el mundo, de ser y de pensar, que durante generaciones ha estado limitando la relación del hombre con su semejante y, por supuesto con el sexo opuesto.
Todo esto son consecuencia de factores educacionales, ligado a unas aptitudes, roles y comportamientos con respecto a la mujer que engendra arquetipos particulares.
La sociedad de consumo tiende a asociar a los personajes con paradigmas y algunos personajes concretos.
Así que voy a exponeros las diferentes opciones existentes hoy en día, donde ha habido una clara evolución y cada cual decide. ¿Con qué os quedáis?
Aviso: los ejemplos que se van a poner aquí no son para ofender a nadie; simplemente siguen, con sus rasgos físicos, las siguientes explicaciones.