¡Muy buenas, chicuelos!
No tengo excusa alguna y tampoco vengo a dar explicaciones de ningún tipo, ni si quiera a prometer si voy a retomar esto o no. Pero hoy, que me he escapado un rato de mi vida como mamá primeriza, he visto que el blog cumplió hace casi dos meses sus 8 años y me ha invadido la pena...
Hasta ahora, quitando los últimos meses de 2019, he estado más o menos al pie del cañón. El blog me ha hecho siempre muy feliz, lo he disfrutado muchísimo y tenéis que creerme si os digo que lo echo de menos. Pero aún no soy capaz de retomarlo, no tengo tiempo material para ello, porque un pequeño ser lactante y dependiente me tiene al 120% y los pequeños minutos que puedo rascar son, básicamente, para cuestiones cotidianas.
Sin embargo, me apetecía hacer este post aprovechando un ratico y este encierro casero que estamos viviendo en la actualidad. Porque sí, la realidad supera la ficción... Pero no voy a hablaros del coronavirus, ni nada de eso.