Artemisa: Diosa de la Caza

¡Hola a todos!

¡Ya estoy de vuelta! ¿Me echábais de menos? ^^
Realmente necesitaba volver por estos lares, revisar las entradas, crear algunas nuevas y visitar vuestros espacios... pero aún tengo que ponerme al día. Tengo mucho pendiente y aún no tengo tiempo del todo, pero ya estoy dispuesta para dedicarle ciertos momentos a este espacio.

Pocas fueron las personas que respondieron en la entrada anterior sobre mitología, así que me he tomado la libertad de hacer caso de AnaLa, que se molestó en pedir lo que le apetecía y aquí tiene la entrada de Artemisa.

Ya nos van quedando menos. 

Artemisa, también conocida como Diana para los romanos, es la Diosa de la Caza y Protectora de los Animales. Como ya sabréis, es la hermana gemela de Apolo, quien ayudó a su madre Leto (véase mito de Zeus) a traer al mundo a su hermano.

Varios de los episodios en los que nos encontramos a Artemisa han sido representados en numerosas ocasiones y, en la gran mayoría, observamos unos atributos muy particulares que - generalmente - se relacionan con la caza: el arco, las flechas y la aljaba. Además, suele ir acompañada de perros y ciervos y, tal y como se explicará a continuación, se le relaciona con Selene - Diosa de la Luna - por lo que en algunas ocasiones aparece representada con media luna en la frente o sobre la cabeza.

Artemisa fue una diosa que permaneció siempre virgen y eternamente joven y ese es un factor que queda patente en algunos de los mitos que se le achacan.

* Mito de Acteón:

Acteón era un célebre cazador que nos describe la versión de Ovidio en sus Metamorfosis. Un día, casualmente mientras éste se encontraba de caza, dio a parar con una Artemisa desnuda junto a sus ninfas. Fascinado por su belleza, craso error, se quedó mirándola. Como castigo por tal desfachatez, y por la aberración que parece mostrar ante los hombres, lo transformó en ciervo enviando a sus propios sabuesos a que lo mataran. Claramente no lo reconocerían como su dueño, por lo que lo devoraron con saña para después buscar entre sollozos a su amo.

Otras versiones hablan de un Acteón alardeando de ser mejor cazador que la diosa, pero el resto de la historia se mantiene. 

Grupo escultórico, Acteón, en Caserta

"El color que suelen tener las nubes cuando las hiere el sol de frente, o la aurora arrebolada, es el que tenía Diana al sentirse vista sin ropa. Aunque a su alrededor se apiñaba la multitud de sus compañeras, todavía se apartó ella a un lado, volvió atrás la cabeza, y como hubiera querido tener a mano sus flechas, echó mano a lo que tenía, el agua, regó con ella el rostro del hombre, y derramando sobre sus cabellos el líquido vengador, pronunció además estas palabras que anunciaban la inminente catástrofe: Ahora te está permitido contar que me has visto desnuda, si es que puedes contarlo". (Metamorfosis de Ovidio).

* Mito de Calisto:

Caso nombrado sutilmente en la entrada sobre Zeus, encontramos en este mito uno de los ejemplos más representados en el arte. Calisto era una ninfa del séquito de Artemisa. Al igual que se les exigía a todas, debían ser castas pero, sin embargo, ésta fue seducida por Zeus - quien tomó forma de Artemisa - y quedó embarazada.

Diana y Calisto, obra de Rubens

Un día la diosa decidió bañarse con sus compañeras, quedando todas con el cuerpo descubierto salvo Calisto, pues pretendía ocultar su embarazo. Al percatarse Artemisa de su estado, no dudó en maldecirla y la convirtió en osa para que sus perros la persiguieran. No obstante, Zeus intervino a tiempo - apiadándose de ella - y la elevó al cielo para convertirla así en la Osa Mayor.
Cuando dio a luz a su hijo, Arcas, también se sumó al cielo para darle compañía, convirtiéndose así en la Osa Menor.

Otras versiones apuntan a que fue una celosa Hera quien la transformó en dicho animal, obligada a vagar por los bosques durante más de quince años, tras los cuales su hijo Arcas, un hábil cazador intentó matarla. Sin embargo, Zeus nuevamente llegó a tiempo para impedirlo, convirtiéndolos así en las constelaciones indicadas.

Diana y Calisto, obra de Japoco Amigoni

* Mito de Endimión:

Aunque habláramos de su aberración al género masculino y de su castidad, se enamoró del joven Endimión, pastor hijo de Zeus y la ninfa Cálice. Mientras paseaba un día, se encontró con el joven dormido y se quedó contemplándolo, quedando prendada de su belleza. Se recostó a su lado, le besó los ojos cerrados y Endimión se despertó. Éste proceso se repitió durante varios días, hasta que la diosa pidió a su padre que sumiera al joven en un sueño eterno por temor a romper su promesa de castidad, ya que se sentía enamorada.

Así pues, Zeus lo durmió, permaneciendo así eternamente joven. De este modo, Artemisa pudo yacer junto a él todas las noches sin perder la virginidad.

Realmente este mito se le atribuyó a Selene, Diosa de la Luna, con la que se identifica a Artemisa como habíamos comentado con anterioridad.

Por regla general, Artemisa es considerada una diosa vengativa, un factor que predomina en la mayoría de los mitos que protagoniza. Esto podemos ejemplificarlo con el siguiente mito:

* Mito de Níobe y sus hijos:

Níobe era reina de Tebas y se jactaba ante Leto - madre de Apolo y Artemisa - de tener más hijos que ella. Esta, frustrada, pidió ayuda a sus hijos para vengarse. En conjunto los dos hermanos se hicieron cargo, matando Apolo a los siete hijos varones y Artemisa a las siete hijas. Tras ello, el rey de Tebas - Anfión - se suicidó y Níobe se sumió en un mar de lágrimas hasta tal punto que acabó convertida en piedra.
Existen versiones que hablan de la figura de Níobe vertiendo lágrimas aún convertida en piedra.

Y ahora, como de costumbre, habiendo acabado los mitos más destacados de esta interesante deidad, os dejo con una recopilación de imágenes que espero os guste.
¡Os leo!