Cosas que me gustan: Feria de Málaga

Cosas que me gustan

Sección original del blog El Rapto de los Sentidos dedicada, sencillamente, a las cosas que me gustan. Aquí se hablará de diferentes temáticas, haciendo acopio de cualidades a destacar en cada una. Eso implica, probablemente, que hable de lo que NO me gusta, pero es más agradable ir de primeras con positivismo. 

No son ni reseñas, ni análisis, ni nada por el estilo. Únicamente cuestiones que me apetezca tratar en un momento dado y no sepa en qué categoría meterlas. 

Esta es la entrada que os comenté hace poco, pues si ya hacía tiempo que no dedicaba una a las cosas que me gustan, me ha venido al pelo que haya pasado la Feria de Málaga para poder hablar de ello por aquí. Porque sí, me apetece.

Y es que son tantas las cosas que me gustan de mi tierra, que tengo que centrarme en algo como esto por poner un pequeño ejemplo. Sí, si os lo estáis preguntando, soy una andaluza orgullosa. Orgullosa de su tierra y sus costumbres, de su clima y su gastronomía. Me gusta todo en general y, por supuesto, mi Málaga en particular (sin desmerecer). Verde y morao por bandera. 

Como decía, centrándonos en esta fiesta local que tenemos durante unos 8 días en agosto, vamos a empezar con lo que me gusta. 

• Fuegos artificiales. El inicio de la feria malagueña se estrena con unos fuegos artificiales, que duran en torno a la media hora, en el Puerto de la capital alrededor de las 00.00 horas. La costumbre es hacer una moraga, una cena/barbacoa/botellón en la playa, a la espera de mirar al mar y disfrutar del espectáculo. 

• El ambiente festivo. Cómo no, es prácticamente imprescindible. A todo el mundo le gusta pegarse una buena juerga, tener motivos para bailar, divertirse o beber con los amigos. Se palpa la alegría (sobre todo con las copitas de más...).

• Decoración ferial. Me emociona ver cómo la van montando semanas antes, cómo va tomando forma, tanto el recinto ferial como el centro de la capital. Luces, colores, farolillos, portones y biznagas, entre otras cosas. Sobre todo ha mejorado el tema de la colocación de grandes toldos y espacios que ofrecen una sombra que viene muy bien ante el pegajoso calor veraniego. 

• ¡Cartojal, cartojal!. Un vinito dulce muy típico durante esta etapa (y muy traicionero, ¡ojo!). En general, se podría decir que se convierte en un macrobotellón, por lo que el alcohol corre a raudales. Aquí ya va a gustos de cada uno: bien compras las cosas en los supermercados o te paseas por los bares buscando ofertas. Como digo, aquí ya depende de lo que uno quiera. 

• Música en las calles. En el centro, se habilitan espacios abiertos como si fueran casetas de feria, donde se vende alcohol y suena música de todo tipo. Las sevillanas son típicas, pero se escucha de todo. Dura todo el día, hasta las 18:00 horas. El plan de después suele ser seguir en las calles tranquilamente y/o de cachondeo, ir a bailar a los bares, pubs o discotecas o volver a casa a descansar un rato, refrescarte, arreglarte y al Real. 

• Málaga en colores. Tengo una fijación con estas cuestiones y es que, los colores, me alegran la vida. Si en general los andaluces pecamos de coloristas o coloridos, durante la Feria prolifera el asunto, ya que atendemos los desfiles de los trajes flamencos, de gitana o campero. 

• Recinto Ferial: El Real. El espacio, enorme - por cierto -, con las luces estridentes de las atracciones, la música y sus colores. Las casetas típicas para peñas, donde se come y se bebe con grandes ofertas (algunas tapas gratuitas incluso). Las casetas propias para la fiesta, música a todo volumen, decoraciones cada vez más parecidas a las discotecas, buenos ambientes en general y ¡a bailar se ha dicho!. Puestos de papas, juegos, buñuelos, tómbolas... un sinfín de cosas para no aburrirse. 

 Podría seguir diciendo cosas, pues seguro que las hay, aunque creo que las he podido englobar de forma general. No obstante, como casi todo, existen puntos negativos. No se los achaco a la fiesta en sí, sino más bien a la gente y el ambiente que a veces se genera.

• Gentuza con su "mal-beber". El que se tome por costumbre hacer botellón durante los días de feria, beber por las calles o en el recinto ferial, incita en muchas ocasiones a que haya gente que se propase y se meta en peleas. Podría decir que este año ha sido bastante bueno, pues no ha sido sonado que hayan habido demasiados problemas. Sin embargo, en otras ocasiones, cuando se mantenía la llamada "Zona de la Juventud" (en la que había muchísimos menores, descontrol y bastantes problemas), se contaban a puñados los heridos con arma blanca... Ese mal rollo que se genera en ocasiones, no mola nada. 

• Precios abusivos. Cada año está todo más caro. Sé que en general pasa esto, pero jolín, hace más de dos años que no me monto en los cacharritos (como les solemos decir). Los precios son ya demasiado caros, y es que se te quitan las ganas. Los bares o las zonas para comprar alcohol u otras cosas, en muchos casos si no se encuentran buenas ofertas, pueden resultar también demasiado elevados. 

Pero poca cosa más quisiera destacar. Me sale mucho más bueno que otra cosa y, como bien exponen las Flaming Dolls en su versión malagueña para Cadena Ser, "Málaga me sienta bien". 

Os invito a escucharlo, a ver partes de mi ciudad y que disfrutéis con ello. 

Espero que os haya gustado.

¿Habéis venido a Málaga alguna vez? ¿Y por estas fechas?

¿Tenéis ferias o Fiestas Mayores en vuestras ciudades o pueblos?

¡Contadme, os leo!