Steampunk

¡Hola, hola!

¿Qué tal habéis pasado el fin de semana? 

Para comenzar un lunes más, desde El Rapto de los Sentidos os presentamos un nuevo post sobre "Estética, Moda y Complementos" en el que haremos referencia a un género que, particularmente, me gusta muchísimo: ¡Steampunk!

En alguna entrada anterior lo hemos mencionado y muchos de vosotros desconocíais sus orígenes e incluso su propia existencia. ¡Venimos a ponerle remedio! 

¿Queréis saber más sobre esta vertiente estética? 

¡Que no os tiemble el pulso y pinchad aquí abajo!

El Steampunk, surgido durante la década de los 80, fue conocido como un subgénero literario dentro de la ciencia ficción, siendo los escritores de cyberpunk quienes lo pusieron en boga. Sin embargo, como suele ocurrir, fue evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en lo que llegamos a ver hoy en día: un movimiento artístico y sociocultural, además de literario.

Entre los autores podríamos destacar las obras de H.G. Wells y el propio Julio Verne, donde el imaginario de los mismos está cargado de ficción especulativa y cuentan con una gran tendencia a incorporar elementos fantásticos, desenfadados y en cierta medida bastante utópicos, dentro de sus historias. 

Se desenvuelve dentro de una ambientación donde la tecnología a vapor es la predominante y, generalmente, se localiza en la Inglaterra victoriana. Un compendio entre fantasía, ciencia ficción y tecnología que ha brotado de la imaginación de talentosos escritores y se ha llevado a la realidad, consiguiendo una estética de lo más interesante. 

La temática del Steampunk suele mostrar una tecnología muy futurista, anacrónica en su mayor parte, partiendo de la imaginación de grandes visionarios de la época. Todo ello, por supuesto, mezclado con lo anteriormente comentado, dotando las obras de una perspectiva victoriana expuesta hacia la cultura en general: el arte, la moda y la arquitectura.

Recurre usualmente a realidades supuestas en las que la civilización ha tomado un camino científico diferente a la actual, reemplazando la electrónica, los modernos combustibles y otros avances científicos por la tecnología de vapor (steam) y la combustión del carbón. La sociedad abraza el camino consumista que le proporciona la comodidad de la ciencia y la tecnología, pero sin caer en la habitual decadencia de otras tendencias.

No deja de ser un mundo imaginario anclado en las historias de los escritores mencionados, los padres de la moderna ciencia ficción y que se alejan bastante de la realidad. Pero, a su vez, muestra una visión romántica en pos de una actitud optimista ante esa fantasía robótica.

Sea como fuere, el creciente movimiento y la mentalidad del DIY (Do It Yourself - Hazlo tú mismo), ha inspirado a muchas personas a utilizar elementos modernos que acuñamos a la vida cotidiana para modificarlos de forma creativa y con mucho arte, hasta conferirles una apariencia victoriana para llegar a parecerse al característico estilo mecánico del Steampunk.

Tienen como objetivo rediseñar los objetos con materiales apropiados de la época - donde destacarían el cobre, el hierro, la madera y el cuero - integrando el objeto moderno con estos diseños tan característicos. Los resultados son espectaculares, como si se hubieran escapado de los libros de antaño, y podemos encontrarlos en movimientos de todo tipo: escultura, pintura, muebles, fotografía, vehículos, utensilios de cocina y, por supuestísimo, la moda. Casi cualquier cosa, con ese buen hacer y artisticidad, podría convertirse en objeto propio del imaginario del Steampunk.

Y, para acabar, aunque os invito a que curioseéis a través de Internet todas las opciones que esta tendencia os puede ofrecer, yo he querido recopilar algunas imágenes de la indumentaria propia de este particular estilo pues es, a fin de cuentas, lo primero que conocí al respecto y lo que más me entusiasma.

¡Espero que os haya gustado! Nos leemos. Feliz semana.